Te aferras con fuerza a las raíces,
de los árboles cercanos a la orilla,
pero aún así el agua te empuja,
al curso del gran río de la vida.
No tienes fuerzas para soñar,
pero te sigues resistiendo a soltar,
aquello que te sujeta al pasado,
a lo conocido, sin ver nada más.
El control te parece más seguro,
aunque no te gusta tu realidad,
el miedo atenaza tus músculos,
de nuevo te aferras, aún a tu pesar.
Una voz en tu interior te habla,
¡Suéltate, déjate llevar, confía!,
pero ni siquiera la puedes escuchar,
sólo quieres vivir tranquilo, seguro.
Y sigues luchando en el agua,
sin correr riesgos innecesarios,
siendo sensato hasta la médula,
tal y como otros te han enseñado.
Hasta que un día, agotado y rendido,
te abandonas a tu destino perdido,
sueltas sin más tu viejo mundo,
por fin enfrentas lo desconocido.
A medida que avanzas te sorprendes,
la aventura te sostiene con placer,
tu corazón más vivo que nunca,
lo has hallado al fin, es tu renacer.
Creo que es una hermosa alegoria ¡Es tan dificil dejarse llevar por la corriente, cuando ya no se confia en las propias fuerzas! Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ojalá nos dejáramos llevar, y confiáramos en la vida… Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pesa tanto la carga que arrastra cada cual que no se puede volar si se carece de una mano amiga que nos sustente, ¿Por tanto es la soledad el enemigo a derrotar?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pero si nos soltamos cuando tenemos fuerzas, ya no solo nos arrastramos por la corriente en lugar de que nos arrastre, sino que incluso nadamos en ella y nos aprovechamos de su fuerza.
Muy bonito.
Me gustaLe gusta a 1 persona
También conviene abandonar se de vez en cuando, no crees? Confiar en la vida sin más… Dejando el control a un lado…
Gracias por comentar, un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha venido a la mente un verso de una canción de Queen: “Better sit back and go – with the flow”.
Saluditos. 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues si, q buena reflexión!
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Fluir, como fluidos que somos en una gran parte.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tu reflexión es fantástica, gracias!, siempre ayuda a pensar un nuevo punto de vista.
Un abrazo
Me gustaMe gusta
Parecemos como las olas de la mar, nos dejamos llevar por donde sople el viento, según en que estado nos hallamos y por las situaciones acontecidas. Bonito y suave escrito.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hasta las olas forman parte del inmenso mar, así formamos parte nosotros de la vida.. Un abrazo y gracias por comentar!
Me gustaLe gusta a 1 persona