
Aurora, como todos los días, emprendió el camino por la montaña con su perrita Luna, consciente de la respiración y coordinando sus pasos para cansarse menos. Estas escapadas siempre le han dado vida, hoy estaba feliz, bajo el sol del invierno, sintiendo el viento helado en la cara, y con la sonrisa puesta, llena de puro agradecimiento.
Ya llegando a la cima, se encuentra con un hombre, que estaba descansando en una enorme piedra, con la mirada perdida en las vistas que desde allí se contemplan. -Buenos días- saludó Aurora como siempre tan atenta, pero él ni siquiera se movió, y contestó saludando con su mano, sin mirarla siquiera.
Aurora no quería molestar, pero la perrita se empeñó en ir a saludar efusivamente al desconocido, y no había manera de que obedeciera al reclamo de su dueña. -El silencio- dijo de pronto él, y ahora si la miró profundamente, acariciando a la vez a Luna con una ternura especial. Ella esquivó la mirada, e indecisa, se quedó allí quieta.
-Tranquila amiga- susurró el hombre. -Estaba contemplando el silencio, impregnando cada célula de mi cuerpo y de mi mente con su energía. No es fácil entrar en la profundidad del silencio, dejando atrás todas las experiencias de la vida. Pero cuando lo consigues, recuperas la paz perdida.-
-Lo sé-, contestó sin dudar un ápice Aurora. -Lo experimento cada día, desde que era muy pequeña. Por eso vivo en este lugar, lleno de magia.- Nadie mejor que ella para comprender la necesidad de sentirse así misma sin ruidos ni distracciones, simplemente contemplando la belleza.
Después de un rato, bajaron juntos la ladera de la montaña, hasta llegar al pueblo, donde sus caminos se separaron. La despedida fue amigable y cariñosa, como si se conocieran desde siempre, y quizás fuera así… Dos almas semejantes se habían encontrado para vivir un momento único.
Precioso! Me llego muy dentro, Gracias 😘
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Muchas gracias!! Me alegro de que te haya tocado el corazón….
Un abrazo.
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Manifiesta esa alma escritora que llevas dentro. Gracias.
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Muchas gracias Juanjo, en ello estamos … Un abrazo!!
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Muy buena reflexión nos deja….esos momentos de silencio son tan necesarios…y tan difíciles de apreciar y disfrutar, tendría q practicarlo en mi vida…ya q tanto me cuesta estar sola, y sería el momento de encontrarme a mí misma eh incluso disfrutar de otros iguales. Gracias muy buen relato.
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Muchas gracias Yoly, es una práctica imprescindible en los tiempos tan convulsos que vivimos . Todos necesitamos reconectarnos y sentirnos, para llenarnos de energía de la buena… un abrazo!
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Qué bonito relato. Como siempre me sorprendo con la capacidad que tienes para transmitir de una manera original una idea. Gracias por hacernos participes!!
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Muchas gracias Henar, valoro mucho tu opinión, un abrazo!
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This is so lovely! Thank You! 💕
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Buenos días, tan sencillo como atractivo. Ahora está de moda el silencio…»La cristalización del silencio» Buen día.
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Muchas gracias! El silencio es lo que nos conecta una y otra vez con nosotros mismos… Besos
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